El tiempo me hizo adulto,
La vida me hizo hombre,
La noche me sigue dando terror,
Pero ya no me arropas.
Quería hacerme mayor, cruzar la frontera,
Pero nadie me dijo el precio que había que pagar,
Alta taza por la falsa libertad,
Lejos de tu arrope, de tus labios en mi frente.
¡Y ahora yo, beso tu frente!
Pierdo mis dedos entre tus canas,
Acaricio tu rostro en mis sueños,
Te abrazo madre cada día con mi alma.
Gracias por arroparme por, con tus caricias curarme,
Por ser la veleta de mi norte perdido,
Por nunca conmigo tirar la toalla,
Déjame por siempre acariciar tus canas.
Te sientes adulto y cruzas el mundo,
Te ves valiente ante la marejada,
Pero al primer porrazo de la vida
buscas los brazos de tu madre amada.
Yo no quiero ser adulto, siempre tu niño yo firmaba,
La única voz que no me traiciona, las únicas manos blancas,
El único ser que por siempre me amará,
¡El amor de una madre, es amor de verdad!
¡Y ahora yo, beso tu frente!
Pierdo mis dedos entre tus canas,
Acaricio tu rostro en mis sueños,
Te abrazo madre cada día con mi alma.
Gracias por arroparme por, con tus caricias curarme,
Por ser la veleta de mi norte perdido,
Por nunca conmigo tirar la toalla,
Déjame por siempre acariciar tus canas.
Y el tiempo pasa y el mío se congela,
¡Viendo aquel niño que llorando a su madre besa!
¡Y ahora yo, beso tu frente!
Pierdo mis dedos entre tus canas,
Acaricio tu rostro en mis sueños,
Te abrazo madre cada día con mi alma.
Gracias por arroparme por, con tus caricias curarme,
Por ser la veleta de mi norte perdido,
Por nunca conmigo tirar la toalla,
Déjame por siempre acariciar tus canas.
¡Y ahora yo, beso tu frente!
Pierdo mis dedos entre tus canas,
Acaricio tu rostro en mis sueños,
Te abrazo madre cada día con mi alma.
Acaricio tu rostro en mis sueños,
Te abrazo madre cada día con mi alma.
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