- En los albores de la primavera
El mundo era negro y silencioso
Y los clérigos dijeron que un Dios misericordioso
Creo la luz para iluminaros a todos
- En la mañana del verano
La humanidad todo lo había colonizado
Y los clérigos dijeron que un Dios misericordioso
os lo había regalado
- En el atardecer del otoño
La contaminación y el hambre con todo había acabado
Y los clérigos gritaron que al Dios misericordioso
Todos los hombres habían enfadado
- A la llegada de la noche del invierno
De nuevo el mundo era negro y silencioso
No existían clérigos y Dios nunca habló siempre estuvo en silencio
Y yo como siempre fingiendo que no existo, pero dirigiendo.
- Metáfora: No creáis siempre lo que dicen unos por voz de otros, porque unos son muy listos y tu puedes quedar como tonto.
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