El amor, en la vida es necesario,
menos que el aire, pero su falta igual asfixia,
y del mismo modo que contamináis,
haciendo al aire irrespirable,
mancháis al amor con traición y violencia.
El agua es vida y la secáis,
creando en la superficie agonía,
hijos mueren de sed,
madres sin lagrimas que recoger,
y continuáis con la criba.
Os maravilláis con el amor y lo mancilláis,
la tierra vuestra casa y la destrozáis,
luego llegan las plegarias al Altísimo,
suplicáis ayuda al de las plagas y diluvio,
pero siempre hacéis el “ rogando y con el mazo dando”
¡Pues continuar en la senda hijos del otro!
Pues aquí hay mucho espacio para vosotros,
cuando el verde sea un recuerdo,
y el frio hielo una leyenda,
tocareis a la suya puerta,
y no os dejará entrar,
pues quien no cuida su amor, ni a su hogar,
¡Ni al mismísimo demonio respetará!
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