Una mujer que te ama es un logro,
Pero el amor de una madre es un tesoro,
Sus besos curaron tus heridas,
Sus abrazos secaron tus lagrimas,
Su paciencia te mostraron las veredas,
Sus canas te advierten que el tiempo se acaba.
El hombre que pega a una mujer merece calvario,
El que no ama a su madre merece castigo divino,
¡Que Dios maldiga! Al que ante la tumba de su madre no se arrodilla y al cielo grita ¡Madre de mi vida, de la ahora mi triste vida!
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