La arbitrariedad de la muerte

Publicado el 29 de diciembre de 2023, 20:19

      Esta vida es maravillosa sí, a veces increíble claro, para los más afortunados y todos, sin lugar a duda tenemos cristalino que para dos risas felices, primero tenemos que derramar muchas lágrimas. Y llegado a esto, me detengo. Cuando vas teniendo una edad, como por ejemplo la mía, empiezas a ver el marcador en clara desventaja. Ves que has perdido mas de lo que la vida te ha dado, pero inclusive así, tiras hacia adelante, te pones el yugo al cuello y reconoces que no te queda otra que afrontarlo. Por supuesto nunca dejas de pensar que la vida es justa, puesto que todos con dos dedos de luces sabemos que no lo es, pero como el reo recorriendo la milla verde, lo asumimos, lo aceptamos, no queda otra que arrodillarnos. Y en este punto hago un aparte y voy al grano.

      Ya sabemos lo que es perder a alguien por culpa del fin de su tiempo. Tiempo que alguien decide llámalo, Dios, Universo o Parca, o Ser sin sentimientos. Por que siempre que alguien nos deja, nos duele, por que tenemos sangre caliente, pero cuando nos deja alguien que pensamos que no era su momento, empezamos a plantearnos que esta vida nos debe más que nosotros a ella.

     Nadie está libre de pecado y esto no va de eso. Pero si lo fuera ¿No debería de irse aquellos que tienen más pecados en sus costillas? Aquellos que no hacen de su alrededor una familia, una felicidad, una vida. Pero lo que digo, no va de pecadores, por que si lo fuera, más de uno pondría sus barbas a mojar.

     Esto va de sufrir la perdida de alguien al que no se le debería de haber cortado la hebra de su vida. Por que era muy joven, porque era esposo, padre, hijo, hermano, amigo. Maldita sea, si alguien así, alguien tan completo, ¿Debía de cruzar el Estigia? Esta vida lo único que nos dice, es que el criterio del dios Thanatos, el dios de la muerte por excelencia tiene un criterio detestable, ladino y muy, pero muy… ¡Maldita sea! Arbitrario. Y eso, personas del mundo, la arbitrariedad, es lo que a las personas de buen hacer, siempre nos hará jugar en desventaja en la ruleta de la vida.

     Jamás yo pobre mortal, le discutiré a un Dios, tal vez por que no reconozca a uno de otro y piense que estoy hablando con el Dios cristiano y en realidad sea Loki, el dios Vikingo o tal vez, en busca de respuesta piense que estoy hablando con Buda y en realidad sea un socio Premium del McDonald’s. Nunca discutiré los designios del camino, pero eso no me impedirá preguntarme en silencio o tal vez en plena calle o incluso gritarlo ante el más temible de los huracanes ¿Por qué, joder por qué?

     Esta vida es maravillosa, pero jodidamente dura y al final, cuantas más primaveras pasan por tu jardín, más duro se torna este, pero jamás, locos del mundo penséis que, dejareis de llorar, por que no hay rosa que dure dos primaveras, ni alma que ame y que no llore al ser que se va.

 

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