¿Qué fue del muchacho madrugador?
De aquel que se comería el mundo
El fuerte ingenuo sin experiencia en el amor.
¿Dónde quedaron las miradas soñadoras?
Las expresiones de sorpresa a lo desconocido
La tartamudez ante la vergüenza provocada por el amor.
Cuando decidiste cambiar el beso en la frente
Te creíste adulto, un hombre de mundo
Aceptaste el transformador beso en los labios
Y el muchacho cambió su piel, por arrugas y canas.
Pensaras en el ayer, mañana está cerca
El hoy tras vivirlo no regresará
Ni tu juventud, ni tu ingenuidad
¡Deja de pensar y vuelve a soñar!
Que lo sufrido sea una marca, no una herida
Que la traición un recuerdo de la maldad
Que la pena se cura con una sonrisa
Aunque ella ya no te sonría jamás.
¡Grítale al tiempo que quieres regresar!
Te escuchará para demostrar su verdad
Todos en la primavera, le piden acelerar
En la llegada del invierno, con la primera cana
Le piden frenar y regresar al ayer.
Golpeas al chivato espejo
Tus arrugas absorben tus lagrimas
Como el tiempo tus ganas de soñar
Bienvenido a la realidad.
Cuando decidiste cambiar el beso en la frente
Te creíste adulto, un hombre de mundo
Aceptaste el transformador beso en los labios
Y el muchacho cambió su piel, por arrugas y canas.
Que lo sufrido sea una marca, no una herida
Que la traición un recuerdo de la maldad
Que la pena se cura con una sonrisa
Aunque ella ya no te sonría jamás.
Calmado frente al mar dejas de soñar
Sin fuego en las venas dejas de amar
Resignado bajo la luna quieres terminar
Sólo el tiempo te lo permitirá.
Y la vida seguirá haciéndonos madurar
El maldito dios del tiempo languidecer
¡Muchacho no corras para crecer, sólo para jugar!
Las manecillas del reloj nunca van hacia atrás
Bienvenido a la realidad.
Cuando decidiste cambiar el beso en la frente
Te creíste adulto, un hombre de mundo
Aceptaste el transformador beso en los labios
Y el muchacho cambió su piel, por arrugas y canas.
Que lo sufrido sea una marca, no una herida
Que la traición un recuerdo de la maldad
Que la pena se cura con una sonrisa
Aunque ella ya no te sonría jamás.
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