La ira

Como un huracán

   Al igual que una semilla germina. Del mismo modo que un huracán destroza todo a su paso. Explotó esa ira demoniaca de mi alma. Todos los coches parados en la autopista. Gritos de claxon impidiendo una respiración calmada. La semilla ha brotado fuera del fértil suelo. El calor impidiendo los pensamientos puros. La semilla es ya una planta. Te mueves un metro y es insuficiente para impedir el huracán. El calor derrite mi piel, los cláxones mi mente. Veo las nubes que esconden al huracán. Hay que moverse otro metro y me lo tomo con calma, paro el de atrás no ¡Muévete, hijo de puta! Justo en ese instante llegó el huracán. Arrancó el árbol nacido de la semilla y mi escopeta arrancó la vida, al irracional nacido del atasco.

Soy humano

   Mi alma explota no, consigo entenderlo. Me suda la frente y las manos. Todo se nubla a mí alrededor con una niebla color sangre. Mis palabras sólo buscan herir y mis manos lo consiguen

¡Demonio que me posees ¿Por qué me siento tan humano?!